Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia
24 de Marzo, hoy se conmemora el 47° aniversario de la última dictadura cívico militar en la Argentina; y rendimos homenaje a los/as miles de detenidos y desaparecidos, sin olvidar que la mayoría eran trabajadores/as.
Desde el SUTEP, lo vivimos en primera persona con el secuestro y tortura de nuestro compañero Secretario General “PEDRO EUGENIO ÁLVAREZ”: dirigente, fundador de nuestro querido Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público (SUTEP).
(breve reseña)
El compañero Álvarez, provenía de la actividad acomodadores de cine, y fue en 1943 cuando con un grupo de compañeros fundaron la Unión Protección de Acomodadores (UPA), siendo elegido secretario general por su firmeza, esfuerzo y solidaridad.
Una década después el 23 de octubre de 1953, funda el S.U.T.E.P, que nace de la unión de distintas organizaciones gremiales que representaban a trabajadores del espectáculo.
Pedro Eugenio, se destacó por ser un luchador con convicciones férreas e inalterables, cuyo estilo personal se caracterizaba por tener una gran fortaleza en los momentos de conflicto, condiciones innatas de negociador gremial, capaz de extraer resultados favorables en los momentos más críticos y difíciles.
En agosto de 1976, durante la dictadura militar fue secuestrado; una noche que se encontraba cenando con otros dirigentes en el restaurante “los años locos”, se presentaron tres hombres por orden de la Presidencia de la Nación y le pidieron que los acompañara.
Testigos del hecho aseguraron que antes de que se lo llevaran, Pedro expresó; “Llévenme a mí, pero no toquen mi sindicato”.
Pedro Eugenio Álvarez, estaba desaparecido.
Más tarde supieron que estuvo secuestrado primero en la Esma y luego en un predio de Ezeiza durante 40 días en pésimas condiciones, encapuchado y en una celda de un metro cuadrado.
Enterados del secuestro, los dirigentes del SUTEP y a través de la FITE dan intervención al Gobierno de EEUU, quienes intercedieron para su liberación.
Fue torturado y ferozmente golpeado en la cabeza, por lo que debió ser internado en el Sanatorio Güemes de la Capital donde fue operado en forma exitosa el 24 de diciembre de 1976; pero como consecuencia de los golpes recibidos, Pedro había perdido el habla.
Fue asistido por foniatras durante dos años, a pesar de eso, nunca dejó de dirigir el sindicato. Recibía en su casa de Villa Giardino, Córdoba, una vez por mes, a los dirigentes de SUTEP y se encargaba de impartirles las directivas, aunque el gremio se encontrara intervenido.
Con el advenimiento de la democracia, retomó las funciones como secretario general del SUTEP, trabajando todos los días, hasta que el domingo 23 de junio de 1990 que fallece a causa de un severo cáncer.
Hablar de memoria, es mucho más que la capacidad de recordar. Memoria es, ese necesario ejercicio colectivo que nos permite recordar para reflexionar, para accionar, para reclamar justicia, para exigir la verdad.
A 47º años del golpe de 1976, la herida sigue siendo profunda y dolorosa; es necesario seguir bregando por el ¡Nunca Más!.
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